Una política caracterizada por el “hipernacionalismo” y una “obsesión por la soberanía nacional”, por parte del Gobierno de Ecuador, así como la falta de propuestas claras y garantías efectivas para los donantes, entorpecieron la acogida que se esperaba para la iniciativa Yasuní-ITT, de acuerdo con los cables diplomáticos enviados por la Embajada de Estados Unidos en Quito.
Esta iniciativa consiste en dejar bajo tierra el crudo del campo Ishpingo-Tiputini-Tambococha, ubicado en un extremo del Parque Nacional Yasuní (provincia de Francisco de Orellana) a cambio de una compensación económica de la comunidad internacional.
Los cables enviados a
Las declaraciones de Correa provocaron la renuncia de los principales propulsores de la propuesta: el canciller Fánder Falconí; el director del equipo, Roque Sevilla; y el encargado de la promoción, Francisco Carrión (ahora es embajador de Ecuador ante la Organización de las Naciones Unidas).
Inmediatamente, el Gobierno armó un nuevo equipo que continúa buscando financiamiento.
Sin embargo, el rechazo
Meses antes de este desenlace, en el cable Nº 198620,
Para el 30 de julio
Señaló que Francisco Carrión y Roque Sevilla le comentaron a la Embajada que el Gobierno alemán había comprometido cerca de $ 1.000 millones que serían entregados durante los próximos trece años.
Los diplomáticos estadounidenses dijeron en el cable que el entusiasmo de ambos funcionarios era contagioso.
Pese a ello, el 13 de julio del 2009, un funcionario de la Embajada se reunió con el entonces embajador de Alemania en Ecuador, Christian Berger, quien “negó categóricamente, que el Gobierno alemán haya hecho un compromiso financiero para la iniciativa más allá de la financiación de un estudio sobre viabilidad por $ 300 mil”.
El embajador Berger expresó su frustración por la forma en que el Gobierno ecuatoriano manejó el proyecto.
Dijo que el gobierno alemán presionó al ecuatoriano, durante varios meses, para que le proporcione mayores detalles acerca de la propuesta y, en realidad, estaba disgustado porque esta aún no estaba terminada.
En noviembre
Así relató que mientras el 27 de octubre de ese año, el presidente Correa, en una conferencia en la Chatham House de Londres, anunciaba nuevamente que Alemania había acordado proporcionar $ 50 millones al año, durante trece años, y se escuchaban menciones de funcionarios públicos sobre un supuesto apoyo de España, había funcionarios diplomáticos que desmentían tales afirmaciones.
Las embajadas de Alemania y España en
Representantes diplomáticos explicaron, de acuerdo a los despachos, que si bien esos países tienen interés en la propuesta,
Así, frente a los reiterados anuncios de la Embajada de Ecuador en Berlín sobre el supuesto aporte de $ 50 millones anuales, Raymond Dequin, funcionario económico de la Embajada de Alemania en Quito, contó que Erich Stather, secretario de Estado en el Ministerio de Cooperación Económica de Alemania, escribió una carta al entonces canciller Falconí aclarándole que él jamás había acordado ningún apoyo financiero.
De otro lado, el funcionario de la Embajada estadounidense le preguntó a Christopher Poole, primer secretario de la Embajada británica, si el presidente Correa había recibido alguna indicación de ayuda del gobierno británico. Poole aseguró que, tal
En este sentido, la Embajada de EE.UU. comentaba que “la iniciativa Yasuní ITT parece sufrir por la falta de confianza que gobiernos extranjeros tienen en la administración de Correa y en la habilidad o voluntad de futuros gobiernos para cumplir con sus compromisos”.
El desenlace de la negociación fue calificada por Correa
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